Creación
¡Un segundo!
¿Cómo se puede creer
que por verte sólo un segundo
mudarán las voces
que me animan a marchar?.
Ni para tí es posible
trocar el lamento afónico del viento
por una dulce brisa primaveral... ¿en sólo un segundo?
No, no es posible...
(Y entonces,
abriste tu palma
y soplando sobre ella
alzó el vuelo, directa hacía mi,
una estela dorada
con el cálido aroma de tu voz)
¿Cómo se puede creer
que por verte sólo un segundo
mudarán las voces
que me animan a marchar?.
Ni para tí es posible
trocar el lamento afónico del viento
por una dulce brisa primaveral... ¿en sólo un segundo?
No, no es posible...
(Y entonces,
abriste tu palma
y soplando sobre ella
alzó el vuelo, directa hacía mi,
una estela dorada
con el cálido aroma de tu voz)