Al otro lado

Hablan de su tierra como de una mar inmensa, en la que las ondulantes y suaves colinas no son sino el interminable palpitar de sus verdes aguas, que se agitan cayendo y elevándose como el ánimo de un marino que lucha contra la tempestad. Los vientos que cabalgan desbocados sobre aquellas tierras desprovistas de árboles, peinan la hierba a su raudo paso, alternando la brillante espuma verde, con el oscuro mate en el que nunca se ha reflejado la luz del sol. Apenas queda tiempo en ella para la reflexión, y la vida entre sus espumas no es sino un constante viaje de las alturas del cielo a las profundidades del Averno.
Su lengua parece haber sido ideada para hablar a contraviento, retando a la fuerza de los elementos. Es rápida y tajante, para no ofrecer oportunidad al aire de robar una palabra; pero también dulce y musical, como si fuera propia de un marino que a cada instante entona una canción con la que entretener y no sentirse sólo en medio de la tormenta. Es la lengua de los antiguos trovadores, de aquellos que ahora sólo son leyenda. Es la lengua del amor.
Los pueblos, a los que llaman Bastides o Castelnous según fuera su cuna, despuntan en lo más alto de las olas, rasgando el horizonte con la piedra de sus gigantes torres. Allí se imagina uno, como si de una cofa se tratara, al vigía pasando su vida en la soledad de aquellas alturas, atento a la lejanía, mientras marca en la piel de sus muros el testimonio de su nombre y poco más; pues ese silencio en el que nos esperan aquellas palabras, parecen querer invitarnos a adivinar lo que para su autor era lo más sabido y, a la vez, lo más incierto: su propia existencia.
Visitamos Lectoure por primera vez hace tres años, justo después de que alguien me recomendara que volviera a escribir todo aquello que se me pasaba por la cabeza. De aquella primera visita quedaron estas líneas sobre la tierra de los gascones, y un par de buenas amistades que ahora, después de tanto tiempo, volvía a encontrar en el mismo lugar donde las dejé, en la barra del Café de La Poste, a las horas en que otros de sus vecinos encienden el televisor para reposar la cena.
- ¿Así es como lo ves todavía? – me dijo Jacquou, mostrándome, oculto entre avisos, anuncios y notas que estaban pegadas en el enorme panel de la pared, el manuscrito que dejé entonces como un torpe esbozo de lo que quería empezar a ser el ejercicio de la escritura.
- Si. Así es como siento que me veré cuando todo esto pase, desde allá, al otro lado del espejo.

Comentarios

Isabel Barceló Chico ha dicho que…
Una tierra que, tal como describes, tiene el don de la ambivalencia, como ese espejo del que hablas al final. Me alegro que te hayas reencontrado con nosotros, querido amigo, te echaba ya mucho de menos. Besos con sabor de tierras gasconas.
Anónimo ha dicho que…
Felix culpa, sea lo que sea lo que te hizo iniciar estas páginas, y que haya sido en tierras gasconas, no podía ser mejor presagio de amistad y camaradería.
Charles de Batz ha dicho que…
Isabel, en cierta manera esa ambivalencia puede aplicarse a nosotros: esos ascensos al cielo y los posteriores descensos al infierno, formán en cierta manera parte del patrimonio vital de todos nosotros. Yo también me alegro de volver a estar por aquí.

Vere, en cierta manera así fue y gracias a ese "motivo" puedo disfrutar ahora de vosotros. Ya lo dijo alguien en cierta ocasión: hasta de lo malo puedes aprovechar algo para tu beneficio. En mi caso, por lo menos, ha sido así.

Gracias por el testimonio de vuestra visita.

Salud
Anónimo ha dicho que…
hermoso parto.
El espejo cóncavo supongo que refleja tu presente y al fondo el alegórico, un muy lejano el futuro de todos espero.
(...esa maldita puerta que está siempre a la entrada de cada pueblo.)
En un mes en alguna parte de la mancha de cuyo nombre no quiero acordarme, observaré ese mar y recordaré ese bello lenguaje universal de amor a la vida con el que describes en este post, esos mares y esas olas de esas otras llanuras.

como siempre un placer.
un gran placer leerte y releerte
Anónimo ha dicho que…
Amigo Charles, casi a diario me he pasado a mirar por la rendija de luz esperando divisarte a este lado. Que aunque de tí sabíamos por tus comentarios, nos faltaban tus escritos; y vuelves con un hermoso y poético texto que nos recuperas.
Salud y un fuerte abrazo compagnon.
Charles de Batz ha dicho que…
El placer es contar con visitas como las vuestras, Anarkasis. Tu comentario me confirma lo que ya supuse: que no hacia falta explicar lo que vosotros ibais a ser capaces de ver y entender. Por ello que acortara la última frase, dejando de lado referencias a lo que hay a nuestras espaldas, en la foto del espejo.

Espero que la visión de tu mar particular en aquél lugar de La Mancha, te proporcione toda la calma que a mi me ha dado mi regreso a aquellas tierras.

Herri, lo mismo digo con respecto a vosotros: es imposible que me eche a la blogsfera y no pase a darme una vuelta por vuestro jardín.

Tengo la intención de continuar contando alguna otra cosa de aquél viaje, -de lo que por ahí escuché, ví y pensé-, si consigo hilvanar de alguna manera todo lo que me he traído de vuelta, incluyendo alguna que otra referencia a mi visita tres años antes.

Gracias por vuestra visita.

Salud
Flotón ha dicho que…
El mar verde me ha hecho recordar unas fotos de mis hijas "buceando" en un trigal.

Lo bueno de buscarse es que uno se termina encontrando, o reencontrando, como es el caso.
Charles de Batz ha dicho que…
Y más aún, amigo Salamandra, cuando uno ha dejado una baliza en su pasado y al volver a él, se la encuentra casi tal y como la dejó. Es bueno y emocionante.

Gracias por tu visita.

Salud
Medea ha dicho que…
Como compartimos el amor por Francia y por la escritura (o en mi caso por los intentos), es super fácil ponerse en tu piel, y emocionarse. Por dos cosas, por el texto y porque has vuelto. ¿como va el parto (del libro)?

PD: Me encanta ese final seco, abrupto, enigmático..

Saludos,
Leodegundia ha dicho que…
"...el manuscrito que dejé entonces como un torpe esbozo..."

No creo que se le pueda denominar así a lo que escribiste. La descripción es mucho más que un relato sobre lo que se ve, son también las sensaciones que quedan impregnadas en el ambiente y los sentimientos de la persona que vive ese momento, visto todo ello más con los ojos del alma que con los físicos.

Un placer haber venido a tu casa y ver que por fin abriste la puerta de par en par.

Un abrazo
Chela ha dicho que…
¡Que alegría!

La puerta entreabierta nos ha dejado pasar para encontrarte de nuevo.

Es bueno mirarse en un pasado hermoso y reencontrarse en el presente a través de tus propias palabras,en el escrito que permanecia esperándote.

¡Bienvenido! Un abrazo
Charles de Batz ha dicho que…
¿El parto?: todo bien, Medea, el nene está ahora en la mesa de un jurado que no emitirá su fallo -o acierto- hasta de dentro de un par de meses. Como no se en qué acabará, me he puesto en lo peor y espero tener en tal caso un par de opciones más... Es un ladrillo, pero las dos personas que lo hemos escrito tenemos alguna esperanza. Serás informada puntualmente, si antes la astenia primaveral no te ha dejado dormida encima del teclado del ordenador ;-)

Así es Leo, todo lo que contamos y sabemos está impregnado de subjetividad. Por eso, creo que más que disimularla, lo que hay que hacer es procurar emplearla para llenar de nosotros mismos lo que estamos relatando.

Tan bueno, querida Chela, como reencontrarse por aquí después de un tiempo de retiro obligado que espero de sus frutos.

Muchas gracias por el testimonio de vuestra visita.

Salud
Medea ha dicho que…
Mmmmmmm... ;)
Pedro J. Sabalete Gil ha dicho que…
Sentí esa impotencia de comprobar que regresaste y no disponer de tiempo para leerte de forma serena hasta ahora. Y como siempre ha sido un placer del que destaco el acierto de quien te indicara que escribieras todo lo que se te pasara por la cabeza.

Tengo pendiente una visita por esa región donde muchos dicen que tuvo origen mi apellido.

Saludos.
Cósimo ha dicho que…
Le comunico, según el protocolo cibernautico establecido, que le he otorgado el premio Brillante Weblog. Felicidades.
Mª Jesús Lamora ha dicho que…
Qué maravilla.
Te felicito.
Un abrazo.
Freia ha dicho que…
Querido Charles

¡Què placer pasar por tu casa y ver de nuevo la puerta abierta de par en par!
Como el parto ha sido fructífero, ya hay una buena parte del camino hecho. Espero y confío en que el jurado se encargará de "rematar la faena".
Ya sabes de mis insanas envidias por tus viajes a la Francia de mis desvelos y cuidados, así que no te daré la lata al respecto, pero te has traído de allí un texto que se merece todos los elogios recibidos. Muy hermoso. Supongo, entre otras cosas, que porque late con fuerza propia.
¿Te he dicho alguna vez que me gusta especialmente ese tercer ojo que tienes en tu cámara fotográfica? El espejo es contemplación y trampantojo y equívoco y pasado y futuro e inversión y vida.
Un abrazo.
PD Siento no haber podido contestar hasta hoy tu comentario en mi blog. Perdón por el retraso
PD
Charles de Batz ha dicho que…
No hay prisa, amigo Goathemala, vale con encontrarnos cuando el tiempo nos deje un hueco. ¿Orígenes Gascones? !vaya, eso si que es interesante!. Por supuesto que si algún día vas por ahí, házmelo saber por si te pudiera servir de algo mi experiencia.

Estimado Cósimo, es un placer para mi encontrarle por este cuaderno, mas aún cuando casualmente llevo ya un tiempo visitando el suyo gracias a la recomendación de nuestra común amiga Freia. Tomo nota, y quedo sinceramente agradecido por tal distinción y, desde luego, ya no callaré cada vez que considere oportuno decir algo al subir a las copas de sus árboles.

Muchas gracias María Jesus por tus palabras, espero seguir viéndote por aquí.

Freia, querida amiga, no sientas nada por no haber contestado hasta ahora. Según nos has contado hay algo que te ocupa, y eso es lo que importa. Te deseo la mayor de las fortunas. Gracias de nuevo por tus buenos deseos para con la criatura, por supesto te mantendré puntualmente informado si la cosa fuera a más.

Gracias por vuestra visita.

Salud

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