18 años después
Hay ocasiones en las que alguien, sin ser consciente de ello, dice una palabra –o la escribe, claro está-, dirige una mirada e incluso abre un silencio, que tiene un efecto tal sobre el ánimo de otra persona, que es capaz de encender una pequeña luz, abrir una sonrisa y cambiar el rumbo de sus pensamientos, virando la derrota hacia las costa de oriente, directo hacía el mismo lugar donde nace un nuevo día.
Esta es cosa muy común, lo sé, como lo es su contraria, pero no existe, que yo sepa, una palabra que lo defina con total precisión. Y sin embargo, hay en ellas un algo que las hace poderosas, tanto que pueden cambiar el ritmo de nuestras emociones.
Hace una semana, mi afán por coleccionar fotografías de todo grafito que me resulte interesante, se vio premiado con un hallazgo a las afueras del pueblo llamado Sarrance, cerca de la frontera de Somport, junto a la carretera que lleva de éste a Escot. La inscripción, tallada sobre la roca en una de esas maravillosas letras de imprenta, dice lo siguiente:
“Es aquí donde el 18 de julio de 1826, Paul Hyacinthe de Tourreau, Comandante de la plaza de Jaca, murió aplastado por una roca que se desprendió de la montaña. 18 años después, su hermano Charles de Tourreau, vino, con la mano temblando por la emoción, a recordar un hecho que sumió en la consternación a una familia que todavía lamenta la pérdida de su hijo primogénito.”
No pude evitar la tentación de recorrer con las yemas de mis dedos el trazo de aquellas palabras marcadas hace ya mucho tiempo, con tanta fuerza y setimiento que todavía hoy no puede encontrarse quién quede indiferente ante su lectura…
Al fin y al cabo son palabras, corceles de nuestro pensamiento que, en ocasiones, se revisten de tan hermosos jaeces que llenan el ánimo de emoción, lanzando a la carrera una sonrisa, un fresco y revitalizante escalofrío, o unas lágrimas de emoción.
(P.S.: debido a cierta dejadez por parte del autor de las líneas que nos preceden, esta anotación no habría quedado en su forma definitiva y perfectamente inteligible para tí, estimado visitante, si no hubiera sido por la acertada y discreta cooperación de mi apreciado amigo Vere. Así que es de justicia agradecérselo, aunque sea de manera tan modesta como lo son estas líneas).
Comentarios
Un absoluto placer leerte, como siempre.
Un abrazo.
O, quizá, simplemente nos demuestren lo efímeros que somos, lo poquita cosa...
Palabras... que permanecen quietas mientras nosotros cubrimos ciclos.
Un saludo.
Y gracias también a Vere
:)
Un abrazo!
toma cincelazo,
para que recuerdes lo que le hiciste a mi hermano, maldita montaña..
Detrás de la broma, Estas pequeñas cosas, comunicadas desde el pasado, son las que ponen en su sitio a las personas.
Un abrazo
Un abrazo
Precioso relato.
Besos.
Itoiz, el placer es para mi al encontrarme con vuestros comentarios que, en algunos casos, han llegado a ser como esa palabra que enciende una luz en el ánimo dolido.
Fiamma, pues espero seguir viéndote por aquí. Bienvenida.
Moony, en cierta manera es eso: queda impresa en la piedra, para la posteridad, la memoría de un sentimiento o suceso que, de otra manera, estaba condenado a perderse en el olvido, tal y como ocurre en la mayoría de los casos.
Medea, si, encontrar cosas como esa es como dar con un tesoro.
Almena, espero compartir con vosotros en otras ocasiones alguna otra pieza de mi colección de fotos de grafitos...
Anarkasis, ja, ja, ja muy bueno. En cierta manera, algo de eso tuvo que haber: matas a mi hermano, pues llevarás el estigma por los restos. Muy bíblico.
Leo, bienregresada de tus días de descanso. Da gusto volver a tenerte por aquí.
Ula, hubiera querido hacerla más breve todavía, pero no he sido capaz. De todas maneras, sigo empeñado en recortar y recortar texto en mis anotaciones...
Gracias a todos
Salud
Besos
Saludos compañero.
Muchos saludos Charles de Batz.
Encuentro algunas piedras talladas o grabados en árboles porque camino mucho pero nunca vi una tan descriptiva. Seguramente, me hubiera quedado circunspecto, meditabundo.
Los lugares están repletos de historias maravillosas, gracias por traernos esta con tu excelsa pluma.
Abrazos.
Salud