Intermedio II
No te pares frente a mi tumba ni llores. No estoy allí, yo no duermo. Soy los mil vientos que soplan. Soy los brillos de diamante en la nieve. Soy la luz del sol en el grano maduro. Soy la lluvia apacible del otoño. Cuando despiertes en la quietud de las mañanas, Soy el vuelo de pájaros silenciosos que se elevan en círculos, Soy las suaves estrellas que brillan en la noche. No te pares frente a mi tumba ni llores, No estoy allí, yo no he muerto. (Poema de autor desconocido) Casualmente escuché ayer este poema que hoy, por desgracia, viene como anillo al dedo. Hasta dentro de unos días. Salud y Fraternidad