¿Qué sabes de las nubes?
Como es habitual en esta casa, cuelgo las nubes para despedirme por unos días. No es que sea algo que me ilusione esto de las navidades -mas bien todo lo contrario-, pero como es la humana una especie que aprende a adaptarse y sobrevivir, yo lo hago como mejor puedo en tan incómodas circunstancias; y eso no es sino saliendo a la carrera lejos de aquí, de ellos, de todo esto. Mañana nos vamos para un pueblo que está a veinte kilómetros de Carcasona, y allá espero recibir al año que se nos echará encima en pocos días. Regresaré a principios de enero, cuando vuelva a encender este ordenador que ahora apago hasta mi regreso. Salud, y que el próximo sea un buen año para todos vosotros. PS: si no tienes nada mejor que hacer, he dejado aquí abajo la segunda parte de "La piel del cretense" para que conozcas otras maneras de celebrar a los dioses.